Si eres un fan o seguidor de las redes sociales de Mascotea verás que intentamos mezclar historias y noticias de las mascotas más convencionales - perro, gato, pájaro -, con otras relacionadas con mascotas menos conocidas. Así que hoy te vamos a contar algunas curiosidades sobre una de las mascotas exóticas más desconocidas por el gran público: el pequeño petauro del azúcar. 

¿Qué es?

El petauro o falangero del azúcar es un pequeño mamífero del orden de los marsupiales. Es "primo" de otros animales bien conocidos como, por ejemplo, el canguro o el coala. El nombre del animalito hace referencia a algo muy simple: le chifla el azúcar. 

Petauro del azúcar
El petauro o falangero del azúcar es un pequeño mamífero del orden de los marsupiales

Principales características físicas

Un petauro adulto suele medir entre 26 y 36 centímetros, contados, eso sí, desde el principio de su hociquito hasta la punta de esa cola frondosa que mide tanto como su alargado cuerpo. Como suele suceder en la naturaleza, los machos de la especie suelen pesar algo más que las hembras: entre 120 y 160 gramos los "chicos" y entre 100 y 120 gramos las féminas de la familia.

Si tuviéramos que comparar al petauro con un animal parecido, seguramente elegiríamos una ardilla. Comparte con ella numerosos rasgos físicos como, por ejemplo, la pequeña cabeza redondeada o sus grandes y profundos ojos oscuros. Pero el pequeño petauro presenta otros rasgos que le diferencian de otras especies: sus largas orejas con los bordes de color negro, el morro afilado con la punta sonrosada, el antifaz negro que bordea sus ojos o esa larguísima y peluda cola que tanto le ayuda en sus desplazamientos por el bosque.

El petauro vive en las zonas arbóreas y se desplaza por las ramas de los árboles planeando entre ellas. ¿Cómo? Gracias a dos membranas que le recorren el cuerpo y que se denominan patagios. El petauro posee dos patagios, uno a cada lado del cuerpo y recorren sus flancos casi totalmente, desde uno de los dedos de su mano hasta el pulgar del pie de su pata posterior. Estos alerones que le permiten volar distancias de hasta 50 metros cuentan con la ayuda de un timón natural: su frondosa cola.

Otra herramienta biológica que permite al petauro vivir donde vive está en sus manos: posee pulgares oponibles que, como le permiten sujetarse mejor a las ramas, desparasitar la piel de su familia y llevarse a la boca las distintas delicatesen que encuentra en el vecindario.

El color original del manto del petauro es gris, con una franja de color marrón muy oscuro o negro que recorre su espalda desde la nuca hasta la base de la cola. Pero ¿quieres saber una curiosidad? Los petauros en libertad son de color marrón porque su pelo se impregna de la savia de los árboles por los que se desplaza. Cuando cae una tormenta el petauro recupera su color original, una preciosa tonalidad gris perla que perderá poco a poco en sus aventuras por el bosque.

Los petauros son animales marsupiales y, así, cuando nace su camada se aloja en la bolsa que tiene la hembra en la zona de su barriga. No hay problema de saturación ya que las hembritas petauro solo tienen una o dos crías cada vez.

¿Qué come un petauro?

Si el petauro pudiera elegir solo tomaría un alimento: azúcar. Afortunadamente para sus dientes, este rico manjar no siempre está disponible en el bosque, pero sí que lo están las pequeñas arañas, los ratoncitos, las lagartijas, los pájaros de pequeño tamaño o, en plan vegetariano, la savia de los árboles, el néctar de las flores o los frutos de temporada. Como ves, el petauro es omnívoro, puede comer casi de todo, pero si tienes una de estas mascotas en tu hogar, es recomendable que optes por incorporar en su dieta los siguientes alimentos:

  • Fruta: al petauro le chifla la fruta fresca y, de hecho, debería ser su principal alimento cuando está en cautividad. Peras, tomates, manzanas o melón son las opciones más recomendables, tanto por su aporte vitamínico como por su textura. También podemos premiar a nuestra mascota con golosinas naturales como pasas o higos. Estos alimentos les encantan pero, cuidado, si están muy duros es preferible hidratarlos un poquito antes de ofrecérselos.
  • Frutos secos: si tienes un petauro seguro que te has dado cuenta de que adora las nueces, las avellanas, las almendras, las pipas… No es malo que el animalito consuma estos alimentos de vez en cuando, pero recuerda que contienen muchas grasas vegetales, así que: con moderación.
  • Verdura fresca: una excelente opción alimenticia. A la mayoría de los petauros les gusta saborear una fresca zanahoria o una crujiente hoja de lechuga. De vez en cuando puedes mezclar estas verduras con un poquito de patata hervida, de esta forma incorporarás hidratos de carbono a la dieta de tu mascota y completarás su aporte calórico diario.



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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